domingo, 14 de septiembre de 2008

El amo del sembradio

Batman Continues Chronicles.
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Capitulo Tres.
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Lo que más llama mi atención de esta ciudad, es su silencio; la violencia y demás porquería ha desarrollado un sentido propio, capaz de engendrar la locura al instante en que se pisa su suelo. En tantos años de existencia, el ambiente precario que aquí habita ha evolucionado, tanto que... las criaturas, los gritos de auxilio, los mismos disparos... han aprendido a no hacer ruido. En estas calles no hay escandalo, sino una desgracia muda.

Me he liberado y ahora me arrastro por el mismo pasillo, el murciélago pasa por encima de mi, los picos de su sombra cruzan mi vista y las balas rebanan mi oxigeno. Las bocas se abren y la sangre arruina el decorado en los muros. Al final los rincones no existen: mi camino termina con un hueco inmenso, donde la lluvia, los disparos, todo sale y entra del edificio, y las cabezas del enfrentamiento se asoman sigilosas. Los tejabanes navegan en el horizonte, las armas se apuntan, las llamas de las refinerías danzan violentas y en la cúpula del único templo en la zona, un monstruo se alza:

-¡Es el amo del sembradio, viene por mis bebes!- Escucho a la anciana gritar desde el comedor, está mal herida.

Uno de los sicarios la cuida; la policía los rodea y cubre la zona y el murciélago a unos cuantos pasos de mi, me mira para observar lo mismo que yo: su enemigo.
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-¡Es el espantapájaros! -El oficial en mando le comenta al murciélago, en su voz calmada, sin miedo, descubro una relación con la criatura, una confianza total entre los dos.
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-Llevate a este sujeto- En un susurro el murciélago da la orden, y la policía me impide seguirlo.
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-¡Dejen a mis niños... No dejes que se los lleven querido, ni la policía, ni ese mugriento espantapájaros!-
-Calma madre, nadie te va quitar tus bebes... -Las palabras siguen y mis ojos se pierden afuera. Mis oídos recobran el ritmo, escucho llantos; en los brazos de todos los oficiales hay niños, entre la alfombra y las sillas de la matriarca hay bebes que gatean, la policía no da crédito al hallazgo.
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-¡Comicionado! Tenemos más niños aquí dentro-
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El murciélago salta al vació, de nuevo se integra a la noche, incrementa su fuerza y el monstruo presumiendo su hoz, se prepara para la batalla.
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-Continuará: 21-09-08

domingo, 7 de septiembre de 2008

La Matriarca

Batman Continues Chronicles
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Capítulo 2
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-No lo entiendo, estabamos en el momento y lugar exacto, todo iba según el plan... ¿En que carajos fallé?
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-No fue tu culpa, David se asomó a la ventana y seguramente lo confundieron, todo empezó antes de tiempo-
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-¡Y no responde!-
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-Intenta de nuevo-
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-Es inútil, he perdido toda comunicación con él-
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-Entonces no hay más por hacer-
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-Necesito su ubicación-
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-Calma Roxane, sabemos en donde se encuentra ¿Tienes idea de la distancia que hay? ...no nos queda otra cosa mas que esperar.
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Roxane se despojó de los cables y apagó el monitor, la oscuridad se apoderó del recinto. Detrás de los vidrios, las estrellas se esparcían en el universo, hacían del edificio un objeto insignificante, perdido en un océano de luces, entre el cielo y una ciudad en calma, muy diferente a la que yo me encuentro:
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-¿Gusta usted un té? lo olvidaba, no puede hablar; pero si promete no hacer escandalo, le quito la cinta para que platiquemos.-
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La anciana me mira con una sonrisa, acerca sus anteojos y libera mis labios. Seguro que si hago algún ruido los de la balacera no tardaran en entrar y la anciana se pondrá como loca; así que sólo guardo silencio y soporto a toda una colección de muñecas observarme. Los disparos siguen, mientras... me sirven el té.
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-¿Usted creé? mi esposo salió a trabajar y no ha regresado. Estoy preocupada, ya tengo ocho años esperandolo, arregla relojes, es muy dedicado, yo sólo colecciono uno que otro cachibache y los vendo; pero el amo del sembradío vigila la zona, es egoísta... no nos deja trabajar en paz.
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Por más que intento liberarme de las ataduras, mis manos no lo logran. El roce de mi herida en la silla me lastima y la zona de combate se acerca cada vez más. Con que mala suerte he ido a parar a este sitio, secuestrado por una traficante y sicópata.
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-Mire, su brazo ya dejo de sangrar, antes diga que lo encontré en el pasillo, un segundo más y uno de mis niños lo hubiera matado. Andan defendiendo a su madre de ese Espantapájaros.
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El tapiz de los muros comienza brincar, los estruendos son cada vez más fuertes, los jarrones y las muñecas caen y en la pared... la luz comienza a filtrarse. Las flores se hacen diminutas, la puerta se abre, se cierra, ha quedado desecha. El enfrentamiento lo tengo aquí dentro; pero de pronto el viejo edificio guarda silencio, la anciana cae ensangrentada y los sicarios corren. En el pasillo la noche camina furiosa, su sombra crece, toma su forma: Es un murciélago.
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-Continuará-14 09 08

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